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DE BUENA LEY
Posted julio 11, 2009
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"A mi padre lo presentaba Ana Rose"
A veces me gusta creer en el infierno. No me lo imagino como un concierto de Iron Maiden, lleno de llamaradas gigantes trepando hacia las alturas. Tampoco es un lugar en el que tengo que hacer un castillo de naipes de seis pisos y cuando coloco la última carta se va todo a tomar por saco. No sé muy bien cómo es el infierno, pero de lo que sí estoy segura es de que hay una cosa llamada Oficina de Correos del Karma.
La Oficina de Correos del Karma es un organismo que funciona de la siguiente forma: Cada vez que soy borde con alguien, cada vez que hago un chiste cruel o que me quejo sin motivo, a la Oficina de Correos del Karma llega un telegrama. La maquinaria se pone en marcha enseguida y envía la respuesta: una mala resaca, un nuevo disco de La Oreja de Van Gogh, una maldición gitana… Las posibilidades son ilimitadas.
¿Y todo este rollo para qué? Pues porque en la sobremesa de ayer recibí la última venganza de la Oficina de Correos del Karma, un programa de televisión llamado De Buena Ley, que Telecinco emite (vía línea directa con el infierno, claro está) de lunes a viernes.
Todo, absolutamente todo en De Buena Ley es más falso que un duro de madera. El guión se nota hasta con los ojos cerrados y los oídos tapados, los presentadores están sacados en serie del pérfido molde de la cadena amiga y el público… Bueno, el público merece una mención aparte.
Al principio pensé que se trataba de actores. La lógica me decía que era imposible contratar a tanta gente, y mucho menos para un programa diario, pero es que todo era muy impostado. Luego llegué a la conclusión de que eran personas de la calle, pero que por supuesto les marcaban cuál debía de ser su línea de opinión y cuándo debían expresarla. Al final la gente pasaba rápidamente de la crítica al insulto y allí solo faltaban Tito Pulo, unas espadicas y unos leones para completar la jugada.
En fin, una prueba más de que la Oficina de Correos del Karma no cierra por vacaciones. Ah, y además es un remake de Veredicto. Una mierda de primera. Literalmente.