Aprendiendoaescribir's Weblog

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No se lo digas a nadie pero, si vas calle arriba llegarás a Santa Engracia y allí, hay una acera donde hay un salón de té y hace sol. Camina hacia la luz.  No se lo digas a nadie, pero las cazadoras negras son un velcro para el calor.

Por la calle Almagro un chico con cara de haber dormido muy poco y con toda la amabilidad dominguera posible te pedirá que te cruces de acera porque en esa están rodando.  Subirás hasta Rubén Darío, te cruzarás con gente salida de una sesión de estilismo de El Corte Inglés, con perros con abrigo y corbata, con un colegio de ingenieros que corta la respiración.  Sigue avanzando. Frente a San Fermín de los Navarros están las terrazas en las que los niños con naúticos y coderas beben refrescos y comen patatas. Ellos son la última esperanza negra del PP.

No se lo digas a nadie, pero en la plaza de Chamberí siempre da el sol a mediodía y hay unos bancos individuales para gente de culo grande. Hoy me he sentado en uno a pensar.

No se lo digas a nadie, pero vivo en Madrid y me encanta.

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Me gustan los posts de este chico. A mí, me animan a seguir.

DUDO, LUEGO ESCRIBO por David Muñoz. Hace unas semanas recibimos este mensaje en el buzón de consultas de Bloguionistas: Hola, Hace diez años, cuando tenía veinte, un amigo me convenció de la utilidad de los cursillos impartidos por casas de cultura para ligar (soy de donosti y era un poco pagafantas, que se le va a hacer). Había una buena gama donde elegir, desde repostería caribeña a pintura flamenca, pero me quedé con uno de iniciación al guión. No ligue nada per … Read More

via Bloguionistas

He tardado mucho en publicar este post. No podía, no sabía, tenía que dejarlo mutar. Hoy tus cenizas descansan ya en el mar. Tú descansas. La rabia se va evaporando frente al recuerdo de algo mucho más fuerte; alguien brillante, hermoso y positivo: Tú.

A Clarisa:

Ahora que tú no estás, sólo nos quedan las palabras.

(Roma. Ocubre 2010)

Me he quedado helada al enterarme de la noticia. Fue Àngels la mensajera. Te recuerdo y te escribo con palabras porque ellas fueron nuestros lazos y porque ellas son las únicas que curan y consuelan verdaderamente.

Mis princesas guionistas son tres. Está Àngels Molina y su nombre lo dice todo, ella es divina y terrenal, llega a todo y al final del camino resopla y te sonríe. Xisca es la cheesecake de mora, tiene el swing isleño con un fondo de terremoto. Por último, siempre lo fue y desde ahora ya lo será para siempre, está la más importante. Clarisa.

Clarisa hace mucho tiempo que dejó de llamarse así, en los emails que le escribía ella era «Clari!!». Ella me respondía «Violeeetaaaa!!» y yo me reía al imaginarla  entonando a la argentina, abriendo la «e» hasta casi convertirla en «i». Como todas las personas buenas y merecidas, entró en mi vida dando toques flojitos en la puerta. Me envió un email que me pilló por sorpresa, era una oferta para un trabajo de guionista en Zaragoza. Si hubiéramos sabido cómo iba estar la situación de entonces en adelante, tendríamos que haberla enmarcado para ponerla en un museo.  Yo era una ratilla asustada, le contesté que no sabía… Su respuesta fue: «Mándalo». Jamás me respondieron, pero esa actitud se ha quedado conmigo para siempre. «Hazlo», «inténtalo», «mándalo». En el mundo de Clari el miedo era un dragón que se mataba a espadazos de optimismo y voluntad. Quiero recordarla siempre así, como esa persona que se atrevió a luchar por sus sueños, que volvió a su tierra porque tocaba, que encontraba la energía para seguir adelante en cada reto y en cada obstáculo. Por eso me cabrea tanto que se haya muerto con esta deuda pendiente:

http://aventurasdeunguionista.blogspot.com/2010/10/chau-clari.html

La dignidad, todo lo que tú dejaste, es mucho más grande que toda esta mierda. Grande como algunas de las cosas que escribiste , las cuales tuve oportunidad de leer. En tus emails (eso que ya no recibiré) me contabas sobre ese trabajo, era apasionante leer sobre los procesos; que te habías quedado estancada o que estabas a tope, se te ocurrían mil ideas y me hace feliz pensar que algunas las compartías conmigo. También hablábamos mucho de series, peliculas, de amigos, de hombres y de lo escurridizo del amor… Yo te contaba mis tonterías, tú siempre decías que te hacían reir y que estabas encantada de leer esas historias. Me gustaba pensar que a lo mejor algún día te servirían de material para un sketch, una escena de las de poner al personaje en ridículo o un buen chiste. Disfrutaba mucho relatándotelas, no hay dos personas para las que se escriba igual.

Me duele pensar que no te veré cambiar, que nunca podré coescribir contigo, que no conoceré ni leeré a la Clarisa viejita y que tú tampoco sabrás de mí. El corazón es un edificio lleno de habitaciones que poco a poco se van ocupando con la gente importante, aquellos a los que queremos. Una parte de ellos se aloja allí permanentemente, llena el espacio con sus historias, vive,  habita y hace compañía. Siempre es un honor tener invitados. Cuando los invitados se van, la habitación se cierra con llave y desearíamos guardar hasta la última partícula de aire.  Algún día, cuando todo esto se haya calmado, podré entrar en la tuya  y contemplar con serenidad tus huellas por todas partes. Ver tu luz entrando por las ventanas.

Te nos has ido demasiado pronto, pero lo que fuiste no se va a ninguna parte. Se queda, se reparte entre los que todavía estamos y se guarda, para que nadie mientras sigamos aquí te olvide. Siempre te recordaremos Clarisa, a ti y a tu efecto. Esa forma que tenías de estar en el mundo única, capaz de contagiar al más reacio, de animar al más desesperado. Eras beneficiosa en estado puro. Viviste con todas las letras. No hay tiempo, ni dolor, ni rabia que borren semejante espíritu.

 

 

Falta un acento pero sobra mensaje.

Pero yo sí. Mea culpa y te mojarás las bragas. Han sido meses de abandono de este pequeño espacio pero ya estamos aquí, cual polstergeists benditos.

El verano trajo mucho trabajo, pero pocas alegrías televisivas a excepción de un señor que vive en una piña debajo del mar (¡Bob Esponja!). Septiembre se suponía el mes de la vuelta a la normalidad y al cole. El trabajo creció y se hizo grande, y  con él la necesidad de aplastar palabras y hacerlas explotar hasta que ensucien la pantalla en blanco vacías de significado. Bukowski, abandona este cuerpo. Yo te lo ordeno por el poder de Greiscol.

Sí, han descansado los dedos. Sin embargo, los ojos no han dejado de ver, ni la mente ha parado de dar vueltas como una lavadora. Hay estrenos, de aquella orilla y de esta.  La vida sigue después de ocho horas de amabilidad, tráfico de conocimientos y despacho.  Es por esto que se termina la pausa publicitaria, dentro cabecera y…

TERTULIANO PESADO

Tal y como iba diciendo…

FIN.

Abrir la ventana  un día lluvioso y escuchar a alguien silbando:

Esto sí que no tiene precio.

INVALID FORM OF I.D.

Soy:

-El guardián entre el centeno

-El profe de La Clase

-El bebé pingüino que da sus primeros pasos entre una ventisca amable en El viaje del Emperador.

-La madre de la protagonista de «The Bloody Chamber» y aún me quedan muchas cabezas por cortar.

-Bastante Amélie, muy a mi pesar. Y también un poco Nino.

-Betty Suarez

-Peggy Olson

-Joe de Mujercitas

-El Padrino

-Cualquiera de los hermanos de «Casa tomada». O mejor, lo que quiera que los echa.

-Annie Hall

-El narrador de Madame Bovary

-Eduardo Manostijeras

-Chris por la mañana

-Maggie O’Connell

-Joel Fleischman

-Elinor Dashwood

-Jane Eyre

El amor se puede provocar, dejando caer un puñadito de polvo de quereme, como al descuido, en el café o en la sopa o el trago. Se puede provocar, pero no se puede impedir. No lo impide el agua bendita, ni lo impide el polvo de hostia; tampoco el diente de ajo sirve para nada. El amor es sordo al Verbo divino y al conjuro de las brujas. No hay decreto de gobierno que pueda con él, ni pócima capaz de evitarlo, aunque las vivanderas pregonen, en los mercados, infalibles brebajes con garantía y todo.

El libro de los abrazos, Eduardo Galeano.

Sobremesa de sábado. Ganas de hacer algo productivo: 0. Cantidad de ideas aprovechables: 0. Número de personas sentadas frente al televisor: 2, la Rubia y una servidora. La película es Tú a Londres y yo a California, remake de la mítica Tú a Boston y yo a California (Sí, la de Hayley Mills, la mamá del cantante de Kula Shaker). Será una comedia para todos los públicos y todo lo que tú quieras, pero el detonante de la historia es más cruel que un cuento de Perrault: un matrimonio que no se soporta decide divociarse y se reparten a sus hijas gemelas, una para cada uno. Pasan once años y las niñas aún no se conocen. De verdad, eh, es que hasta la madrastra de Blancanieves tenía más corazón que estos dos…

Como ya hemos visto esta peli un millón de veces, la Rubia y yo (después de descubrir que nuestro papel higiénico, comprado en el Lidl, se llama «Frotto») nos sacamos de la manga un re-remake: Tú a la Moraleja y yo a la Cañada Real . El argumento… Bueno, digamos que el argumento es fácil de imaginar para todo aquel que sepa qué es La Cañada Real. Así que nos lanzamos a un pitching sin piedad al más puro estilo joseluismoreniano. Que si están las dos en el campamento y la chunga le dice a la pija que se tiene que dejar de lavar. Que si la escena de los agujeros en las orejas se convierte en el momento te tengo que arrancar un piño para que la máama no se dé cuenta de que nos hemos cambiao. Que si acerca la cabeza que te voy a pasar unos piojillos. Que si hoy te enseño a cortar jaco. Que si cuando la madre descubre el pastel están ellas en la tienda entre unas mantas, con la fogata en medio y la agüela removiendo el puchero, televisor de plasma al fondo…

El problema es que nos hemos quedado atascadas al llegar a la parte de la niña pija. Todo por pensar sin chocolate. Ala, me bajo a comprar unos M&Ms.

La mudanza me ha traido regalos (piso nuevo, viejos amigos que ahora son compañeros), sorpresas (cucarachas!!) y muy buenas vibraciones. Lo que no me ha traido todavía es Internet. Más noticias desde el frente «coming soon» (espero).

Desde el alma (vals)

Hermano cuerpo estás cansado

desde el cerebro a la misericordia

del paladar al valle del deseo

 

cuando me dices/alma ayúdame

siento que me conmuevo hasta el agobio

que el mismísimo aire es vulnerable

 

hermano cuerpo has trabajado

a músculo y a estómago y a nervios

a riñones y a bronquios y a diafragma

 

cuando me dices/alma ayúdame

sé que me estás condenando/eres materia

 y la materia tiende a desfibrarse

 

hermano cuerpo te conozco

fui huésped y anfitrión de tus dolores

modesta rampa de tu sexo ávido

 

cuando me pides/alma ayúdame

siento que el frío me envilece

que se me van la magia y la dulzura

 

hermano cuerpo eres fugaz

coyuntural efímero instantáneo

tras un jadeo acabarás inmóvil

 

y yo que normalmente soy la vida

me quedaré abrazada a tus huesitos

incapaz de ser alma sin tus vísceras

 

Mario Benedetti

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Teasing and braiding can, like any craft, be learned. But as to determining which episodes hold promise (as oysters hold pearls), it is not without justice that this art is called divining.

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